Las 6 formas de ejercer la ciudadanía según Guillermo O’Donnell

Guillermo O’Donnell, uno de los politólogos más influyentes de América Latina, identificó seis formas en las que la ciudadanía se ejerce en un régimen democrático. Estas van desde la participación electoral hasta la capacidad de deponer a un gobernante. A continuación, repasaremos cada una de ellas y analizaremos su relevancia en la coyuntura política actual.

1. Voto en elecciones, elegir y ser electo

El mecanismo más básico y extendido de participación ciudadana es el sufragio. La ciudadanía elige representantes en comicios periódicos y competitivos. Sin embargo, el voto no agota la vida democrática: solo marca el inicio de la rendición de cuentas.

2. Participación en asociaciones y movimientos sociales

O’Donnell señala que la democracia no solo vive en las urnas. La organización social y la movilización ciudadana son claves para incidir en la agenda pública y presionar por cambios. Movimientos feministas, ambientalistas y de derechos humanos son ejemplos de este ejercicio ciudadano.

3. Peticionar a las autoridades

El derecho de peticionar es otra forma esencial de participación. Puede darse mediante cartas, audiencias públicas o la presentación de proyectos ciudadanos. En Argentina, los mecanismos de participación como el derecho a la iniciativa popular han sido poco utilizados, pero siguen siendo una vía legítima de incidencia.

4. Control y fiscalización del gobierno (Accountability)

La ciudadanía tiene la posibilidad de ejercer contralor sobre el poder político mediante la transparencia y el acceso a la información. El periodismo de investigación, las organizaciones de la sociedad civil y los propios ciudadanos pueden denunciar irregularidades y exigir explicaciones.

5. Protesta y movilización social

Desde los cacerolazos hasta las huelgas generales, la protesta es un derecho democrático fundamental. O’Donnell resalta su papel en la ampliación de derechos y en la contención de abusos de poder.

6. Deponer a un gobernante

Aquí entramos en un terreno especialmente relevante para la política actual. La destitución de un gobernante es el último recurso dentro del marco democrático y puede darse por vías institucionales como el juicio político o la revocatoria de mandato.

Juicio político a Milei: una vía institucional y democrática

El juicio político es un mecanismo establecido en la Constitución Nacional para remover a un presidente en caso de mal desempeño, delitos o faltas graves. En Argentina, la oposición ha planteado la posibilidad de iniciar un proceso contra Javier Milei, aunque este aún no ha avanzado formalmente.

Más allá de la viabilidad política de un juicio político, es importante señalar que este mecanismo no es un “golpe institucional” como algunos sectores sugieren. Por el contrario, es una herramienta de control dentro del Estado de Derecho, pensada para situaciones donde la gobernabilidad está en riesgo o el Ejecutivo incurre en prácticas inconstitucionales.

Juicio político vs. revocatoria de mandato

A diferencia del juicio político, que es un proceso llevado adelante por el Poder Legislativo, la revocatoria de mandato es una herramienta de participación directa en la que la ciudadanía puede destituir a un presidente mediante un referéndum. No todos los países cuentan con este mecanismo. En América Latina, naciones como Venezuela, Bolivia, Ecuador y Perú han incorporado la revocatoria de mandato presidencial en sus constituciones.

Casos latinoamericanos de revocatoria de mandato

  • Venezuela (2004): Hugo Chávez enfrentó un referéndum revocatorio impulsado por la oposición, pero logró mantenerse en el poder con más del 59% de apoyo.
  • Bolivia (2008): Evo Morales se sometió a un referéndum revocatorio y obtuvo un respaldo del 67% de los votos.
  • Ecuador (2011): En el contexto de la Constitución de Montecristi, se introdujo la revocatoria de mandato, aunque no ha sido utilizada contra un presidente.
  • Perú (varios casos): A nivel local, la revocatoria ha sido empleada contra alcaldes, aunque no se ha aplicado a un presidente.

Argumentos a favor y en contra de la revocatoria

A favor:

  • Refuerza la democracia directa y permite a la ciudadanía corregir decisiones electorales fallidas.
  • Es un incentivo para la rendición de cuentas de los gobernantes.
  • Puede evitar crisis políticas prolongadas al ofrecer una salida institucional.

En contra:

  • Puede usarse como un mecanismo desestabilizador, promoviendo incertidumbre política.
  • En algunos contextos, se convierte en una herramienta de presión de grupos poderosos.
  • Su implementación puede generar costos elevados y afectar la gobernabilidad.

¿Por qué no hay revocatoria en Argentina?

Argentina no contempla la revocatoria de mandato a nivel presidencial, aunque sí existen mecanismos de control legislativo como el juicio político. La ausencia de este mecanismo responde a razones institucionales: un sistema presidencialista busca estabilidad y continuidad en la conducción del gobierno. Si la revocatoria estuviera permitida, podría abrir la puerta a constantes conflictos políticos e intentos de destitución.

¿Cómo se arma un gobierno en un sistema presidencialista?

En un régimen presidencialista como el argentino, el Ejecutivo no depende del Parlamento para su formación, pero sí para la sanción de leyes clave. Esto implica que el presidente debe construir acuerdos con distintos actores políticos y sociales para asegurar gobernabilidad.

En el caso de Javier Milei, su estrategia ha sido confrontativa, lo que le ha dificultado tejer alianzas legislativas. Esto ha llevado a situaciones donde la oposición ha bloqueado iniciativas del oficialismo, como el rechazo a la Ley Ómnibus en el Congreso.

¿Por qué la oposición rechazó la comisión investigadora del juicio político en el Senado?

Recientemente, la oposición en el Senado rechazó la creación de una comisión investigadora para evaluar un posible juicio político a Milei. ¿Cuáles podrían ser las razones detrás de esta decisión?

  1. Cálculo político: La oposición podría considerar que aún no es el momento oportuno para impulsar un proceso de destitución.
  2. Legitimidad democrática: Algunos sectores pueden temer que un juicio político sin amplio consenso sea visto como una maniobra desestabilizadora.
  3. Estrategia electoral: La oposición podría preferir desgastar al oficialismo de cara a las elecciones en lugar de removerlo mediante un juicio político.
  4. Dificultades institucionales: Un juicio político requiere una mayoría calificada en ambas cámaras, algo difícil de conseguir sin fracturas dentro del oficialismo.

Reflexión final

El ejercicio de la ciudadanía no se agota en el voto. La movilización, la protesta, el control del gobierno y los mecanismos de remoción son herramientas clave en una democracia. Argentina, con un juicio político pero sin revocatoria de mandato, mantiene un equilibrio entre estabilidad y control. Sin embargo, la coyuntura actual demuestra que la política sigue siendo un campo de disputa constante, donde la ciudadanía tiene un rol central en definir el rumbo del país.


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