Si bien estoy de acuerdo con la estabilidad de Miley, creo que se le ha
escapado la tortuga y que en realidad también hay que tener en cuenta varias cosas del electorado que han cambiado.
Por ejemplo, la hiperfragmentación y la deregulación. Las personas del electorado ya no responden a grandes líderes como podría haber sido Cristina, o Néstor en su tiempo, o cualquier nuevo líder peronista que pueda surgir , como emergente.
La forma de crear liderazgo de un lado o del otro, de izquierda y derecha no son lo mismo. El campo nacional y popular crea cuadros políticos, la derecha crea cuadros técnicos a los que no le interesan a la política y lo político, porque tienen un desprecio hacia la política y hacia lo público, eso es sabido. Entonces es mucho más fácil que venga un outsider y darle herramientas técnicas para desregular y romper y hacer todo lo que hace Miley, que para eso cualquier le sirve…. que tener un liderazgo formado para construir una patria con un proyecto de país, lo cual requiere de una visión, una integración social, una capacidad, una espalda económica… muchas cosas. Y mucha gente también, porque no alcanza con una idea, hace falta muchas ideas, una gran cantidad de ideas, muy refinadas en muchos aspectos, para los cuales hace falta pensamiento colectivo, acción colectiva, y eso es lo que es realmente difícil de articular. Porque si el peronismo quisiera decir acá hay un líder, podría aprobar con cualquiera y le iría igual de mal.
En realidad la verdadera discusión es este dilema que tiene el peronismo: que Cristina está logrando hacer esa reconstrucción desde el Partido Nacional y Axel en la gestión de la Provincia de Buenos Aires.
Entonces los dos tienen dos realidades diferentes para poner sobre la mesa, el 60% del electorado uno y la dirección estratégica del partido la otra, entonces es como que está bien viva la pelea.
Y lo que dice Perón es que el liderazgo en el peronismo se gana, se
gana con votos, se gana ganando la pelea electoral, no hay otra, porque es lo único que te legítima frente a los adversarios internos, que después se tiene que alinear con vos, porque si vos «ganas mal», o sos designado de o te bajas, o el otro gana porque te bajaste, también le estás
debilitando la posibilidad de derrotarte y salir victorioso, y eso te vuelve el liderazgo frágil,
Cristina lo entiende por eso no se baja de la pelea – me parece- , así que creo que tanto ella como Kicillof creen que Kicillof debe ser el candidato, pero saben que ninguno puede resignar su rol de liderazgo y de conducción que tiene en este momento, por lo tanto no les queda otra que irse a los votos. Tienen que ir a los votos, así que bueno, eso respecto del liderazgo,
Y lo que les decía del electorado que está más desregulado, no responde ya a viejos líderes, está hiperfragmentado y responde a múltiples sentidos que hay disponibles en la sociedad para múltiples minorías, hoy ya el techo máximo de cualquier sector político de los tres principales por lo menos, no pasa el 30% de los votos, ni siquiera con el núcleo duro ampliado, ni siquiera con el núcleo duro más todos los fanáticos que puedas conseguir convenciendo a los indecisos.
Me parece que es muy difícil articular un nuevo liderazgo para el Peronismo, la verdadera disputa ahora es por el ballotage, porque es donde se van a definir, probablemente, las elecciones.
Ya no se logra la gran mayoría o la diferencia de 10 puntos para ganar con un vencedor nítido en primera vuelta, sino que la pelea, la disputa es la construcción de esas figuras de camino a un ballotage. Hay que tener eso en la cabeza, tener la visión para pelear la batalla larga, porque van a ser varias elecciones en un año -2027-, y hay que ir saliendo estratégicamente vencedor o derrotado, dependiendo de la instancia.
Por ejemplo, esto de que en Argentina pasa mucho que la gente se sube al carro del perdedor, como pasó con Macri en 2015 donde la gente te ve que ganaste 3 elecciones y en la cuarta te baja, porque no, porque no puede ser y quieren el cambio.
Entonces hay que tener cuidado con el largo plazo, la gestión del tiempo en política es un arte, me parece, así que bueno, tienen los dos un poco de razón, me parece, pero creo que la coyuntura crítica todavía no está dada como para que se define eso, va a pasar con una elección y no creo que pueda ser ni decisión de uno, ni decisión del otro, quien va a ser el
candidato, sino que es más bien un proceso.
Pero ya veremos que dice hoy Crisitina, que va a dar un reportaje a los medios, bien al estilo de un siglo XIX que ya pasó. Pero a falta de otras articulaciones, para comunicarse con su electorado analógico todavía es útil. Y llegará por twitter en fragmentos a los más politizados, y no habrá un gordo dan que lo difunda entre otras generaciones.


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