El Peronismo y las tormentas. El liderazgo político montaña adentro

Por Gustavo Aguero*

Ser guía de montaña no es solo liderar en busca de la cima, sino saber cuándo detenerse, cuándo cargar el peso de otro, cuándo hablar con calma en medio de la tormenta.
En la Argentina, el liderazgo político inspirado en el peronismo comparte esa esencia. Un líder peronista no debería definirse por los discursos grandilocuentes ni por las fotos de gloria, sino por su capacidad de estar con todos: el que corre adelante con ímpetu y el que se queda atrás, agotado.
Como el guía, debe tener la fortaleza para acompañar al más rápido sin perder de vista al más lento, uniendo un grupo diverso que, como la sociedad argentina, a menudo parece fracturarse. El peronismo, en su raíz, abraza esa idea de conducción colectiva.

El General Perón, lo entendió a la perfección: liderar no es imponer un ritmo único, sino ser un soporte invisible que sostiene al conjunto. Es tomar decisiones difíciles cuando el camino se nubla, cargar responsabilidades que no siempre son propias y mantener la cabeza fría cuando la incertidumbre golpea. En un país marcado por desigualdades y tensiones, los líderes peronistas deben ser esos guía que no solo señalan el rumbo, sino que vuelven por los que se rezagan, que escucha necesidades distintas al mismo tiempo y que, aun en el caos, construye un camino común.

En un mundo donde las derechas capitalizan el desconcierto postpandemia, el peronismo puede retomar el timón en países como Argentina si abraza su esencia de liderazgo como misión inquebrantable, similar al guía de montaña. Las secuelas de la pandemia -desigualdad agudizada, desconfianza social, economías tambaleantes- exigen un líder que no solo marque el rumbo, sino que, como el guía, regrese por los que se rezagan, cargue el peso de los agotados y mantenga la calma cuando el sendero se desdibuja.

El modelo peronista, con su arraigo en la justicia social y la inclusión, tiene la clave: un liderazgo que no se agota en la cima electoral, sino que persiste en escuchar las necesidades diversas, desde los más fuertes hasta los más vulnerables. En Argentina, donde la polarización y la crisis económica fracturan el tejido social, el líder peronista debe ser ese soporte invisible que une, que no abandona a nadie en la tormenta.

Como el guía, no basta con llegar primero; hay que garantizar que todos avancen, reconstruyendo confianza y tejiendo un proyecto colectivo que responda a las heridas de la post pandemia con trabajo, dignidad y esperanza. La misión no cesa porque el pueblo, como la cordada en la montaña, necesita un líder que nunca deje de volver por ellos.

El peronismo puede reorientar el rumbo de Argentina enfrentando la crisis social del liberalismo actual con un liderazgo que prioriza lo humano, une al grupo diverso y carga el peso de los más vulnerables.
En lo económico, debe proponer un modelo que reactive la producción y el trabajo, enfocándose en las pymes y la industria nacional, como un guía que asegura provisiones para todos, no solo para los que llegan primero. Esto implica políticas de inclusión financiera, redistribución y apoyo a los sectores más golpeados, evitando que el mercado dicte el ritmo a costa de los más débiles.
En lo social, el peronismo debe tejer redes de contención, fortaleciendo la salud, la educación y la vivienda como derechos, no como privilegios; es el guía que regresa por el que se rezaga, asegurando que nadie quede atrás en la tormenta del ajuste.
En lo humano, la clave está en escuchar y empatizar, siendo ese soporte invisible que da palabras de aliento y mantiene la cabeza fría frente a la desesperanza.

Frente al liberalismo, que prioriza la cima individual, el peronismo debe ser el líder que une la cordada, promoviendo la solidaridad como brújula. Así, con un proyecto que ponga al pueblo en el centro, el peronismo puede transformar la crisis en un camino colectivo hacia la dignidad.

Ser guía, como ser líder en el peronismo, es estar en todas partes sin buscar el aplauso. Es entender que el verdadero éxito no está en llegar solo a la cumbre, sino en que todos y todas, con sus diferencias y sus luchas, lleguen juntos. Porque en la Argentina, como en la montaña, nadie se salva solo.

Gustavo Aguero.
*Guía De Montaña EPGAMT
@gustavoaguerook


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